¿Alguna vez abriste un frasco de aceitunas y viste una capa blanquecina o burbujitas en la superficie? Tranquilo, no es moho.
Lo que estás viendo son levaduras, y aunque no hacen mal, tampoco está bueno que se formen.
Las levaduras aparecen porque la salmuera (la mezcla de agua y sal en la que vienen las aceitunas) puede contener microorganismos naturales. Si se les da el ambiente adecuado —es decir, con presencia de oxígeno—, empiezan a desarrollarse.
¿Cómo evitar que aparezcan levaduras en tus aceitunas?
Hay un truco muy simple y efectivo para que esto no pase:
– Cada vez que saques aceitunas, rellená el frasco con agua hasta arriba del todo.
– Asegurate de que no quede aire en la superficie.
– Tapá bien y guardalas en la heladera.
Evitar el contacto con el oxígeno es la clave: sin oxígeno, las levaduras no pueden crecer.
Con este cuidado, tus aceitunas negras se van a mantener riquísimas durante meses, sin olor raro ni espuma en la superficie.
Así de simple: un poquito de atención y tus conservas duran muchísimo más.